Montserrat: "He tenido una hija adicta y se me ha culpabilizado mucho"

Las familias de las personas drogodependientes son uno de los aspectos más importantes de la vida de aquellas personas que viven atrapadas en una adicción y, por mucho que lo deseen, no consiguen salir adelante. Y las familias sufren, ¡y tanto si sufren! Para conocer de primera mano cómo se vive siendo familia directa de una persona con adicciones esta semana entrevistamos a Montserrat, la madre de Joana, ex usuaria de la Asociación de Acogida y Acción Terapéutica (AAT), que nos abre las puertas de su ático de cara a la Sagrada Família para explicarnos toda la culpabilización y el estigma que hay detrás del proceso terapéutico de su hija.

Montserrat ha vivido muchas dificultades con Joana desde que ésta era una chica adolescente, cuando empezó a mostrar dificultades para afrontar la vida y generó un trastorno de la conducta alimentaria. Posteriormente, y tal y como cree su madre, “después de probar otras drogas”, finalmente Joana acabó enganchada a la heroína. Un infierno para ella y para sus familiares, que se acercaban a un mundo muy complicado y del que apenas sabían nada. Después de unos intentos en varios centros terapéuticos, Joana se fue saliendo poco a poco, y su vida ha mejorado exponencialmente desde entonces, pero si Montserrat echa la mirada atrás, quedan muchas heridas abiertas.

Y no con su hija, sino que Montserrat está muy descontenta con el funcionamiento del sistema sanitario en términos de drogodependencias y salud mental en general. "Un sistema que te excluye cuando haces dieciocho años", explica, o un sistema donde debes demostrar a los médicos que quieres dejar las drogas estando veinte días sin consumir, se queja. Y, lo peor de todo, el sentimiento de culpa.

Montserrat asegura que se ha sentido culpabilizada mil veces, por el sistema médico, por terapeutas, por sí misma… Pero no se siente una mala madre, porque trata de hacer un análisis cuidadoso y con perspectiva, y está segura de que todas las decisiones que ha tomado en la vida han sido a partir del amor a su hija. "Me he querido muchísimo a mi hija, y he hablado mucho, pero es cierto que no siempre he tenido toda la información sobre las cosas", afirma Montserrat, consciente de que a raíz de la separación matrimonial ha perdido el control sobre una pequeña parte de su hija.

Para hacer esta entrevista hemos ido a buscar a una madre luchadora y reflexiva, que después de participar en el Programa de Prevención Familiar y de haber conocido muchas otras historias, similares u opuestamente distintas a la suya, ha aprendido que no tiene ninguna culpa de la adicción que vivió su hija. El suyo es un testimonio crítico, muy crítico, pero igual de necesario para conocer la culpabilización que, consciente o inconscientemente, reciben los familiares de las víctimas de drogadicciones.

Puedes consultar el material audiovisual complementario en los perfiles de la AAT en las redes sociales.

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