Cristina es una mujer animada, entusiasta y familiar que lo perdió todo. Metida en una relación de pareja tóxica, de maltrato y con dos hijos de por medio, cayó en una fuerte adicción al alcohol y la cocaína que casi se lo lleva por delante. Hace ya 3 años, fue víctima de un intento de suicidio, pero una dosis de esperanza la llevó al hospital para rehacer su vida.
Después de haber pasado dos años y medio en el centro de mujeres de AAT en L'Hospitalet de Llobregat, Cristina nos abre las puertas de su casa para explicarnos cómo fue todo este largo proceso, donde tuvo muchos descalabros pero que le ha hecho más fuerte como persona.
Una vez recuperada, con una nueva vida en Mataró y con dos trabajos entre manos, Cristina sigue pagando las consecuencias de sus adicciones. Sin embargo, ha luchado mucho por recuperar a una familia que sentía lejana, y el amor de unos hijos adolescentes que ahora le apoyan. Un ejemplo de perseverancia, terquedad y éxito personal que acerca un testimonio muy valioso a todas aquellas personas que buscan apoyo para afrontar las adicciones.
En primera persona
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