Comunidad Terapéutica La Fàbrega

Quiénes somos | Historia

Somos una entidad fundada en 1981, gracias al esfuerzo de un pequeño grupo de personas sensibles al problema de las drogodependencias y bajo la dirección técnica del médico y psiquiatra Jordi Vila-Abadal. Llevamos más de 40 años luchando por ayudar a personas con problemas de adicción en Cataluña.

1981

Nace AAT bajo el nombre de Asociación de Ayuda a los Toxicómanos. Tiene lugar la primera experiencia piloto de Comunidad Terapéutica en Cataluña, ubicada en Vidrà, que dura 6 meses.

1983

Se constituye la Comunidad Terapéutica Rural de rehabilitación “La Fàbrega”, en Sant Pere de Torelló y se reciben las primeras ayudas económicas, provenientes de las Hijas de la Caridad (a las que Genova Masip, entonces miembro de la Junta Rectora, formaba parte).

1985

La "Comunidad Terapéutica Urbana de Reinserción Socioeducativa de Igualada” se constituye, con voluntad de facilitar el retorno al medio urbano de las personas en tratamiento y la reinserción laboral.

1986 

La Generalitat crea la XAD, Red de Atención a Drogodependencias. Las Comunidades terapéuticas pasan a formar parte y comienzan a ser subvencionadas por la Generalitat de Catalunya.

1991

Experiencia piloto de un centro de tratamiento residencial para mujeres, el CAM, con posibilidad de ingresar con los hijos, en el pueblo de Òdena, y con financiación del Ministerio de Asuntos Sociales. Al cabo de un año el proyecto sigue, pero ya sólo para mujeres sin hijos. En 2007 deja de recibir financiación estatal y las plazas pasan a ser subvencionadas por la Generalitat de Catalunya.

Se diseña e implementa el Programa individual de Tratamiento de las Drogodependencias en el Centro penitenciario de Jóvenes, a instancia del Departamento de Salud y del Departamento de Justicia, actualmente todavía en funcionamiento.

1994

AAT gestiona el Centro de Acogida y Apoyo, donde viven personas que ya han terminado el proceso de tratamiento y que temporalmente necesitan una vivienda tutelada en el paso hacia la autonomía, hasta 1996.

1998

La Comunidad Terapéutica rural se traslada al Guinardó de Barcelona, pasándose a llamar Comunidad Terapéutica el Olvido, ​​donde se aborda la drogodependencia desde un ámbito urbano y con proximidad a los recursos sociales y de reinserción. En 2002 el servicio se traslada a Hospitalet de Llobregat, pasando a registrarse como Pisos Terapéuticos e incorporando el Centro de Día el Olvido. Ambos siguen activos hoy en día.

2000

Se gestiona el Centro de Día de Bellvitge a petición del CAS de Santa Eulalia y el Ayuntamiento de Hospitalet.

2003

AAT gestiona estiona un taller para personas con alcoholismo, el Centro de Actividades Santa Eulàlia. El servicio finalmente se deja de prestar en el año 2018 debido a que los progresivos recortes en la financiación por parte del Ayuntamiento de Hospitalet, lo hacen insostenible.

2007

Se inicia el PSVA (Programa de Apoyo a la Vida Autónoma), con idea de dar respuesta a la demanda de las personas que finalizaban los tratamientos en los centros residenciales o de centro de día, y solicitaban un continuum asistencial en el momento de la inserción.

2019

La AAT comienza a recibir financiación del Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias por el programa SAVA (Servicio de Acompañamiento a la Vida Autónoma) que desde hacía algunos años, se había articulado desde la sede social.

2021

Se crea el Piso Autogestionado: hogar residencial tutorizado para 3 mujeres y recurso puente hacia la autonomía, dentro del programa de apoyo a la vida autónoma. AAT es declarada entidad de Utilidad Pública.

2022

En 2022, la Asociación de Ayuda a los Toxicómanos cambia de nombre, pasando a llamarse Asociación de Acogida y Acción Terapéutica, con el objetivo de evitar la estigmatización de las personas usuarias de los servicios, responder a los cambios sociales y poder ampliar el ámbito de actuación en un futuro. El nuevo nombre comporta también un cambio de imagen, en colaboración con el Estudi Claris.

 

 

¿POR QUÉ SE DROGAN LOS JÓVENES?

Jordi Vila-Abadal i Vilaplana, fundador de AAT, escribió el libro ¿Por qué se drogan los jóvenes? (publicado en 1988 y revisado en 2007), una reflexión amena sobre el fenómeno de las adicciones juveniles.

Entendiendo la drogodependencia como síntoma de un malestar preexistente, el autor explora varios posibles factores causantes de esta problemática en la juventud con el fin de intentar dar respuesta a la pregunta que titula el libro. 

Actualmente, las ideas de esta obra siguen más vigentes que nunca y pueden hacerse extensivas al resto de adicciones.